Vins de Terroir

Priorat, Pla del Bages, Massís del Garraf y Empordà. Cataluña es una región rica en historia y tradición vinícola. Eso lo sabemos. Pero la apuesta de hoy por poner en valor las variedades autóctonas, la singularidad de los suelos y los vinos de terroir ha convertido los territorios en algo único. Cada terruño tiene su personalidad propia, que se transmite a los vinos. 

El Priorat fue pionero en señalar el valor de su terroir: extremo, montañoso, agreste, frío, pobre y pizarroso. Y del corazón del Priorat nace el vino Prior de Scala Dei, del Celler Scala Dei, la bodega más antigua del Priorat, cuyo origen reside en las tierras que rodeaban el monasterio de Scala Dei. Un vino fino de terruño, que respira tradición y autenticidad, muy interesante para descubrir la riqueza de esta denominación. Saltamos a Pla del Bages, con un clima continental mediterráneo de media montaña. Allí encontramos a Celler Sanmartí, con una larga historia dedicada al cultivo de la viña y la producción de vino desde el año 996. La bodega histórica se conserva intacta, aunque renovada, y hoy elaboran vinos únicamente con variedades autóctonas, de viñas viejas, como este Sanmarti 1018 de Garnacha Tinta y Sumoll. 

Seguimos rebuscando terroirs y poco se habla del Massís del Garraf. Existen pocas regiones vinícolas en el mundo con suelos tan ricos en calcáreo como la Champagne. Pues el Garraf es una de ellas. En contraste con el valle fértil de Penedès, la región montañosa de Garraf muestra condiciones más extremas y mayor influencia de la brisa marina. Con un carácter Garraf muy acusado, la bodega Mestratge-Vins Identitaris elabora este Macabeo excepcional. Resiguiendo la costa mediterránea, llegamos a la parte más agreste y hermosa del Empordà. Imagina el viaje desde Roses hasta Cala Montjoi, el mismo que antiguamente recorría el sumiller David Seijas para llegar hasta El Bulli. Mientras cruzaba el Parque Nacional del Cap de Creus, se detenía a contemplar los viñedos sobre la bahía de Roses. Suelos graníticos, con sedimentos marinos, clima fresco y golpeado por la Tramuntana (con rachas superiores a los 120 kilómetros por hora). Roca del Crit nace de la intuición, el conocimiento y el sueño de David Seijas (Gallina de Piel) por ese paisaje y por el vino. Un vino fluido y carnoso dominado por los dulces aromas de la Garnacha y la Cariñena pero con todo el frescor y bravura de la Costa Brava.